Luciana Mellado alterna entre sus textos y poesía, la dirección de Patagonia Se Dice en Plural -proyecto de investigación de la Universidad Nacional de La Patagonia San Juan Bosco-, el colectivo literario Peces del Desierto -junto a Jorge Andy Maldonado- y la organización de las II Jornadas Binacionales de Estudios de Culturas y Literaturas de Patagonia, a realizarse en septiembre. En julio, pasó por el viejo continente y llevó su pasión, experiencia y prosa con ella -leer nota en NOCHEPOLAR acá-.
"Hola Flor, te mando en adjunto las respuestas. Estuvo bueno el contexto en que respondí, lejos de mi computadora y con poco tiempo. Mi faceta de posible corrección obsesiva fue vencida, lo que mando es lo que escribí en medio de mi llegada a Roma. Fui a tirar la clásica moneda con deseos a la Fontana de Trevi, y con el resto de la caminata contesté. Espero te sirva, y espero te interese. Gracias por la charla. Abrazos de verano. Luciana". Lo que me encanta de la gente que escribe lindo es que escribe todo lindo. De un mail a un estado de Facebook. Lo que sea. En julio le hice un par de preguntas a lo lejos, para la nota,y los caracteres me obligaron a extraer citas. Recorte mucho, muchísimo. Las respuestas me gustaron tanto que tenía que publicarlas. Aquí están.
El 1ero de julio presentaste tu trabajo en Barcelona ¿Cómo surgió? ¿con
qué te encontraste?
Hace tres años conocí a la poeta y
critica española Concha García a través de Graciela Cros, otra amiga poeta que
vive en Bariloche. Desde entonces, además de crecer nuestra amistad, compartimos
varias actividades centradas en intereses literarios comunes. En 2015, ella me
invitó a participar en una antología de poesía patagónica. El libro, editado en
Barcelona, por Ediciones Carena, se tituló La
frontera móvil. El epílogo a mi cargo trata algunos de los temas que hace
un tiempo me obsesionan: las geografías imaginarias construidas por la
literatura y las relaciones entre la poesía, la experiencia y el conocimiento,
entre otros. Así como el mismo nombre de este libro sugiere, las fronteras se
fueron moviendo. Y este año surgió un nuevo viaje a Europa. El destino original
era Alemania, la Universidad de Jena, donde participo de una red
interdisciplinaria abocada al estudio de la Patagonia. Allí presentaré a fines
de julio un trabajo en el Congreso Internacional de Literatura Iberoamericana y realizaré una lectura poética con otros
poetas del sur de Argentina y de Chile. Con el viaje ya en marcha, Concha ayudó
a la coincidencia y me extendió una invitación a dictar una conferencia en
Barcelona el 1 de julio. Ya ofrecí exposiciones y conferencias en Alemania, pero
esto fue distinto porque la destinación no era estrictamente académica. Fue, en
cambio, una conferencia abierta a la que asistieron otros escritores y editores. Se realizó en el
Centro Cívico Pati Llimona de Barcelona, en un salón bellísimo. Como siempre,
lo mejor ocurrió después de la conferencia cuando con varios de los asistentes
no fuimos a tomar unas cervezas y charlar con más soltura sobre literatura y
política, los dos temas que más frecuentamos y con los que más nos
identificamos además.
Salvo a Concha, que me presentó, no conocía a nadie. Percibí que todos tenían
un interés genuino por el tema de la conferencia. A la hora del intercambio dos
intervenciones se llevaron mi atención. Una, la de un escritor que contó que
mientras me escuchaba había revivido algunos pasajes de la película “La
Patagonia rebelde”, y que había recordado también la masacre de Trelew. Su aporte
fue importante porque mostró un conocimiento histórico sobre el sur del país,
la existencia de una memoria social que el cine y la literatura pudieron
difundir a nivel internacional. La otra intervención que me llegó fue la de una
mujer del público que me preguntó por qué no se conocía en España nada de la
poesía que se escribía en la Patagonia. Le respondí que por muchas causas, por
la lógica del mercado editorial, las políticas educativas y el centralismo no
exclusivo de nuestro país. La literatura del mundo a la que tenemos acceso, la que
se edita y reedita, tiene traducciones, canales de difusión y promoción,
crítica periodística y académica, la que se lee, se valora y se enseña es un
muestrario estrechísimo de las posibilidades expresivas y estéticas de los
distintos idiomas llamados nacionales, un repertorio severamente regulado y limitado
por políticas culturales hegemónicas y metropolitanas. Estos problemas que sí
existen no son sin embargo problemas de la escritura poética, más bien son las
circunstancias que pueden restringir su comunicación. Quiero decir, una poeta o
un poeta que vive en la Patagonia escribe y seguirá escribiendo según su
necesidad vital, más allá de las ediciones, las ventas, incluso más allá de la
indiferencia de distintas instituciones culturales o educativas.
¿De qué se trata Las aldeas y los mundos en la poesía contemporánea de
la Patagonia?
Se trata de la síntesis de un trabajo que vengo desarrollando hace un
tiempo. Son ideas sobre la poesía y la Patagonia que surgen en la tarea de
investigación, de lectura y de escritura. En Barcelona, y el año pasado en
Jena, Alemania, las presenté en la modalidad de conferencia, pero en realidad hay
varias raíces que alimentan la misma constelación de conceptos. El título alude
a la expresión con que el escritor cubano José Martí inicia su ineludible
ensayo “Nuestra América”, publicado en 1891 y siempre contemporáneo. Él dice
allí: “Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su
aldea”. Esta pequeña frase sintetiza la tensión entre lo local y lo universal
que cruza históricamente los debates culturales y literarios. Su enunciado
inicial implica un sujeto, el aldeano; un lugar concreto y parcial, la aldea;
una idea abstracta y general, el mundo entero. ¿Quién
percibe y escribe las fronteras que separan la aldea del mundo? ¿Dónde termina la
aldea y empieza el mundo? ¿Quién dice que
habla por la aldea y quiénes hablan en nombre del mundo? ¿Una escritora o un
escritor patagónico tiene derecho a pensar el mundo o sólo a pensar su aldea? El
trabajo pone a rodar preguntas por el estilo, interrogantes que me hago todo el
tiempo sin tener siempre respuestas firmes al respecto.
La puesta en juego del lenguaje, como otra práctica
social, se realiza siempre en un espacio que es a la vez local y localizado. La
Patagonia, en este sentido, les ofrece a sus habitantes dos valencias del
espacio cuya convergencia no es obligatoria. Es decir, la Patagonia es un
lugar, un suelo para quienes viven en ella, pero no necesariamente es la
ubicación desde donde dicen y se dicen, ni desde donde piensan y se piensan.
Este deslinde es fundamental. Por otra parte, las identidades de los sujetos
sociales siempre son complejas. No se agotan en identificaciones territoriales
condensadas en ningún gentilicio. Los argentinos, los patagónicos, los chubutenses,
los comodorenses, por decir algunos ejemplos, no refieren una identidad
uniforme, única, idéntica a sí misma e inalterable. Hay, para ir al caso de
nuestra ciudad, múltiples modos de emerger o sumergirse en la cultura. Algunos
creen que la literatura de la Patagonia no tiene calidad, otros creen que la
literatura de la Patagonia tiene la obligación de retratar el paisaje, el
viento, el mar o las costumbres de algún grupo humano, otros creen que la
literatura de la Patagonia es igual que la de cualquier otra región del país o
del mundo, otros sostienen que la marginalidad del canon le ofrece
posibilidades de originalidad. Y así, no hay un consenso al respecto.
Como investigadora, como escritora ¿Qué tiene la poesía patagónica que
no se encuentra en otro lugar? ¿Qué la hace tan especial y única?
No podría contestar sobre aquello que nuestra poesía ofrece y no existe
en otro lugar porque debería conocer con la misma profundidad que conozco
nuestra literatura la producción de otros países y regiones culturales. Pero sí
puedo decirte dos cosas sobre este punto. Primero, y retomando la respuesta
anterior, creo que la lejanía geográfica de las metrópolis y una historia de
marginalización respecto de las políticas culturales nacionales (recordá que
los patagónicos no fuimos ciudadanos con derecho a elegir a nuestros
representantes hasta 1958, cuando se realizaron las primeras elecciones
directas para gobernador) nos permitió mayor libertad respecto de las leyes que
rigen los modos de leer y de escribir canónicos. Detecto un menor gesto
epigonal en los artistas del sur, es decir, veo menos copias de modos de
escribir ya consagrados. Segundo, como escritora no me importa mucho que mi
poesía sea especial o única por el territorio donde vivo. Es con el lenguaje y
con su filo con quien me encuentro cuando escribo. La Patagonia no puede ser
nunca una obligación literaria, un tema o un escenario impuesto para la
escritura. Claro que influye porque es mi domicilio existencial, donde vivo,
donde amo, donde están mis seres queridos y mis muertos. Pero esa influencia no
empuja mi mano al escribir, más bien alimenta mi memoria y mi mirada sobre los
lugares propios.
¿Qué significa Patagonia Se Dice en Plural para vos? ¿Y Peces del
Desierto?
Son dos proyectos que amo, y a los que les dedico la mayor parte del
tiempo. “Patagonia se dice en plural” es el nombre de un proyecto de
investigación que dirijo en la Universidad Nacional de la Patagonia desde 2013.
Lo integran docentes, escritores e investigadores de Comodoro Rivadavia,
Trelew, Puerto Madryn y Valdivia. Con este equipo coordinamos actividades
académicas de formación de grado y de posgrado, publicaciones en el país y en
el extranjero, participaciones en congresos y jornadas interdisciplinares, con
foco en el estudio de las culturas y literaturas de la Patagonia.
“Peces del desierto” es el nombre de un colectivo
artístico independiente que nació en la ciudad de Comodoro Rivadavia en noviembre
de 2008. Lo coordinamos con Jorge Andy Maldonado. El lema que nos agrupa es simple
y concreto: “Poesía
del desierto. Agüita para tanta sed”.
Desde su nacimiento hasta 2011, publicamos nueve números de una plaqueta
de poesía ilustrada y organizamos sus respectivas presentaciones. Luego
adoptamos otros modos de trabajo como los talleres de formación, las mesas de
debate, las entrevistas audiovisuales,
los micros radiales, la publicación de hojas y fanzines, la edición de
libros artesanales, las intervenciones en el espacio público y la co- organización
de Jornadas de estudios de la literatura y la cultura en Patagonia. Este
proyecto independiente y autogestivo ha
logrado una amplia difusión, participación
y reconocimiento tanto en la región patagónica como en el país. El grupo
estable está conformado por Romina Santos, Natalia Salvador, Mónica Baeza,
Alejandra Ferrada, Nuria Bolzán, Liliana Ancalao, Andy Maldonado y amigxs
artistas que siempre se suman y colaboran de distintos modos.
Peces recibió, entre otros reconocimientos, la Mención en el
Concurso Nacional de Nuevas Revistas Culturales “Abelardo Castillo”, organizado por la
Secretaría de Cultura de la Nación (2010); y la Beca del Fondo Nacional de las Artes como Proyecto Grupal (2011).
Los autores que publicamos son diversos en
trayectorias, poéticas y tendencias vitales. Dar cuenta de esta riqueza es uno
de los logros del proyecto. Las publicaciones del grupo, ya sea en el formato
de plaquetas, fanzines o libros artesanales, permiten tramar una maquina
expresiva plural y horizontal, reunir voces experimentadas con voces emergentes,
acercar geografías, generaciones, prácticas comunicativas. La centralidad de la
poesía es fundamental en la selección de autores. No nos interesan los
versificadores que amontonan palabras en un libro. Queremos que la poesía no nos deje ilesos, preferimos los
incendios, a quienes, como decía Pizarnik, saben que “la rebelión
consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse
los ojos”.
Peces del desierto reivindica la participación concreta de la poesía y el arte en los
espacios públicos. Dicha participación se da y se fue dando de distintos modos
a través de la intervención en actividades ligadas a demandas de derechos
humanos y reivindicaciones sociales, por ejemplo, lecturas de poesía,
volanteadas en actos públicos y proyección de producciones audiovisuales
propias en fechas con un alto contenido simbólico, entre ellas el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia y el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, entre otros, así como
contra la Megaminería contaminante. Siempre respetando uno de los criterios
fundamentales de realizar actividades de carácter abierto y gratuito.
Para septiembre preparan las II Jornadas Binacionales de Estudios de
Culturas y Literaturas de la Patagonia ¿Qué nos podés adelantar?
Se
realizarán desde el día 22 al 24 de septiembre, en Comodoro Rivadavia, en el
Centro de Información Pública y en la Universidad Nacional de la Patagonia San
Juan Bosco, en km 4. Estas Jornadas responden a la necesidad de profundizar y
fortalecer el conocimiento que investigadores, docentes e interesados en la
cultura patagónica en general tienen sobre la región. Los significados de la
Patagonia se amplían y complejizan por ser conjuntamente un territorio real,
una geografía imaginada y un lugar de enunciación que modela nuestra perspectiva
discursiva. Nos interesa promover en esta segunda edición de las Jornadas un
espacio de debate, análisis y reflexión participativa que permita elaborar,
reelaborar y socializar tanto los distintos conocimientos sobre el tema en
cuestión como las significaciones que en su definición modelan las propias
experiencias personales y profesionales. Convocamos a la presentación de
trabajos, conversatorios, ponencias, avances de investigación de tesis de grado
y de posgrado, libros literarios y de investigación sobre la Patagonia
publicados en 2015-2016, y talleres de lectura y/o escritura. Quienes tengan
interés en participar y o quieran mayor información pueden escribirnos al mail jornadaspatagonia2016@gmail.com.
No hay comentarios
Publicar un comentario