Ese día le hubiese gustado decir "Feliz primavera" o alguna de esas cosas que quedan bien, que no molestan ni encantan demasiado a nadie. Trabajó todo el día, no almorzó, compró flores porque sí, pensó en Virginia Woolf, merendó un sandwich, siguió trabajando, cenó whisky en una taza de Batman y escuchó Fiona Apple. Fiona Apple siempre hace que lo triste suene hermoso. En una entrevista, dijo que ella sólo escribía si sentía que tenía que hacerlo y que por lo general era cuando estaba triste o enojada, que si estaba feliz no iba a interrumpir eso para sentarse en el piano. Y sonaba lógico. Aunque uno quiere pensar que no sólo la tristeza produce buena poesía.
Últimamente se tomaba poco como personal, ni siquiera reconocía determinadas insinuaciones. O peor, ni siquiera le interesaba reconocerlas. La gente que vive en su propio mundo es así. Dice poco pero siente mucho, hace mientras divaga en su imaginación entre espacios oníricos y planes que casi nunca se concretan, casi nunca suceden pero eso no importa. A veces podía tocarlo o sentirlo. Sin embargo volvía a la realidad y ahí estaba, sola, cruzando la calle. Y nadie sabía hasta cuánto más. Dejó de pensar por unos segundos y apareció de la nada, caminaba rápido casi dando saltitos. Como si no fuera ni de la tierra ni del cielo sino del viento. La mayoría del tiempo estaba perdida y ese día estaba particularmente inquieta.
-"¿Pero quién quiere una vida fácil? Es aburrido", dijo Jane Birkin. Aunque en realidad no sé si lo dijo Jane Birkin. En Internet nunca se sabe bien quién dice qué o qué interpreta quién. No importa igual, no importa quién sino qué. Y alguien lo debe haber dicho. Me duele la poca tolerancia a la dificultad, eso de buscar la salida de emergencia ante la mínima señal de que las cosas no son tan fáciles como parecen. A veces sí, pero la mayoría del tiempo no. Lástima que eso no lo enseñan en el colegio, aunque a mí sí me dijeron que el mundo es de los audaces. Escuchame, el mundo es de los audaces. Decime ¿Qué es lo fácil y cuáles son sus ventajas? ¿Quién dijo que todo tenía que ser automático sin sobresaltos? ¿Automático sin sobresaltos acaso no es la temida zona de confort de la que tantos señalan que hay que alejarse? Las excusas no sirven tampoco, todo tiene solución. Lo que pasa es que todo tiene solución siempre y cuando uno quiera buscarla. Pero, de nuevo, por lo general también cuesta. Odio sonar como un libro de autoayuda porque los odio. Bueno no, en realidad odio a la gente que los escribe. Estar extremadamente feliz, estar extremadamente triste. Cuando es intensidad de verdad todo se siente el doble. Y está bien, para mí no sentir es estar muerto en vida.
Siempre llegaba así, siempre hacía lo mismo. Esculpía el aire con sus palabras tajantes y desaparecía. A ella tampoco le molestaba que lo hiciera. Últimamente se sentía perdida y necesitaba esa fuerza. Últimamente también escribía en tercera persona para distanciarse un poco de sí misma. Después de todo, hay diferentes formas y yo no las conozco a todas.
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