“Somos dos mujeres. Dos apasionadas de los desafíos. Dos admiradoras de los emprendedores que transforman el ecosistema. Dos incansables soñadoras. Dos amantes del arte y de las letras. Juntas somos un Mix&Match imbatible, que busca inspiración como leitmotiv de nuestras vidas. Y nos motiva lo mismo que a ustedes. Viajar, leer, sacar fotos, un recuerdo, amigos, bailar, cantar, una peli, la música y blablá. Fera nació para recopilar esas experiencias y que ahora te inspiren a vos” manifiesto cotidiano desde la web de Fera. De lo digital a lo real y de su depósito al país. Hacen agendas, cuadernos, libros, planners, tazas, cartucheras, totebags, carpetas, cuadros, lapiceras, imanes, stickers. Crean universos florales, esotéricos, viajeros, minimalistas y girl power. Mara y Victoria se conocieron en la Facultad. Mara de Comodoro Rivadavia, Victoria de Buenos Aires. Las unió la cátedra de emprendedorismo de la Universidad de San Andrés y después Fera. Con ustedes, la historia de Victoria Benaim y Mara Parra.
¿Se acuerdan el primer cuaderno?
Mara: Lo tenemos colgado en una pared en el depósito -risas-.
Victoria: Lo diseñamos nosotras. Nos recibimos de Administración de Empresas, siempre nos gustó el tema del diseño, el arte y dijimos: “¿Por qué no hacemos algún curso de Photoshop o Illustrator como para ver si podemos diseñar nosotras?”.
M: Horror -risas-.
V: Una mala idea.
M: Un curso de Photoshop no reemplaza a un diseñador gráfico o a un creativo.
V: Así que la primera tanda la hicimos nosotras. Una amiga del colegio hizo algunas otras tapas y nos mandamos a hacer cuadernos A5 y A4. Miles por las dudas -risas-.
¿Cómo pueden definir el universo de Fera?
V: Es muy diverso, es muy creativo. A la hora de hacer la bajada creativa de la marca tenemos diferentes universos de estilos. Tenemos el universo de flores, el universo de viajes, el universo esotérico, el universo más minimalista…
M: El universo girl power.
V: Y el sweet que ahora es neón. Hace bastante venimos pensando así y es increíble cómo las tendencias van haciendo que un universo esté más vigente. Por ejemplo, ahora pasa con el esotérico. Vamos surfeando la ola de las tendencias con estos universos.
M: Básicamente Fera es una marca de papelería con diseño. Nuestra misión es inspirar a mujeres para que cumplan sus proyectos. Así desarrollamos cuadernos, agendas, libretas, anotadores, imanes. Todo para organizarte pero todo con una cuota visual y de inspiración para que sea divertido.
V: Nuestro slogan es “Inspiring Ideas”, inspirando ideas. Hace un tiempo venimos bastante fuerte con la creación de contenido. Nuestros productos te hablan, desde un libro de Fera que es lo más obvio hasta una agenda, un cuaderno.
Todo para hacer ¿Lo plantearon desde un principio o surgió en el camino?
V: Teníamos la misión desde el 2013: Materializar el placer por lo estético. Cuando refundamos Fera hicimos todo un laburo de su propósito como marca y surgió inspirar a mujeres a hacer. Ahí el dimos vuelta. Fue en agosto del 2015.
Dicen que son un Mix&Match ¿Cómo se complementan?
V: De muchas maneras creo -risas-
M: Yo soy de géminis y ella es de sagitario -risas-. Al principio hacíamos las dos todo, inclusive teníamos la misa casilla de mails. Imaginate. También una sola tarjeta personal con los dos nombres.
V: Bueno, eso sigue -risas-. Antes de empezar a hacer Fera, dividimos las tareas para ser más eficientes. Si bien la cúspide estratégica y decisiones macro está en las dos, sí tenemos responsabilidades en distintas áreas. Mara es Ventas, yo soy compras.
M: Vicky trabaja con las diseñadoras toda la parte visual y de redes sociales. Yo con las autoras, administración, números, estrategia. Una anécdota muy graciosa es que cuando dijimos: “¿Quién va a hacer qué?” Nos surgió el dilema de si cada una hacía en lo que era buena o asignarnos el rol contrario para poder desafiarnos. Por ejemplo, para hacer compras hay que ser muy exigente con los proveedores y con la calidad. No podés hacer la vista gorda y no reclamar que el cuaderno vino más o menos. Y yo, como soy más introvertida para eso, le voy a sonreir al proveedor y no le voy a reclamar. Vicky es: “No, yo no te pedí eso. Hacelo de nuevo”.
V: Y yo soy más impaciente en el trato con los clientes y hay que tenerlos como entre algodones todo el tiempo -risas-.
M: Por suerte decidimos desempeñar el rol en el que cada una era naturalmente mejor. Hoy no nos arrepentimos porque hay que tenerle mucha más paciencia de lo que creíamos a los clientes…
V: Y ser mucho más exigentes de lo que creíamos con los proveedores -risas-.
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