Cómo trabajar desde casa (y no bajonearse)


Hace un par de años empecé a trabajar 100% desde casa. Salgo únicamente para dar clases, reuniones, eventos o pasar tiempo en familia. No mucho más porque últimamente hasta hago bici fija. Si tengo mucho que hacer puedo no pisar el mundo exterior por 2 o 3 días. Soy introvertida y solitaria por naturaleza así que no me hago mucho problema, sin embargo hoy quiero compartir un par de cosas que aprendí y que me hubiese gustado que me dijeran antes -me hubiese ahorrado un bajoncito de vez en cuando también-. 

Armar un espacio
La primera compra que hice al mudarme fue un escritorio. Bah, en realidad un tablón y dos caballetes porque me pareció más lindo y me recordaba a Oquio. Tengo mi foto de Sábato enmarcada que compré en calle Corrientes a los 16 años, un cuadro hermoso que pintó mi abuela, mi figus rock, un espejo, una lámpara, cuadernos, revistas, mi agenda, mi diario de los cinco minutos, y al lado, un mueble con libros que me sirve para guardar todo lo que necesito. No trabajo en la isla de la cocina, no trabajo en la cama -a menos que esté muy enferma y tenga que hacer algo muy urgente-, no trabajo en la mesa del living, trabajo en mi espacio. Cada tanto le compro alguna cosita más y lo voy decorando como me gusta. Cuando viajo me adapto y trabajé en aeropuertos, airbnbs, hostels, colectivos muy bien pero no hay cómo tener un lugar adaptado.  

Vestirse (en serio)
Trabajar desde casa a veces puede significar salir de la cama e ir derecho al escritorio. Cuando era chica tenía muchos granitos así que estoy acostumbrada a la rutina de skincare desde los 12 o 13 años. Alguna espuma facial, algún toner y crema. Hasta ahí siempre pero solía trabajar o en leggings, jogging con el mismo sweater y las pantubotas todos los días. No tiene nada de malo, cada cual con lo suyo, pero no me sentía muy profesional. Ahora intento hacerme un tiempo para ponerme algo lindo, accesorios, arreglarme un poco el pelo y a veces me maquillo. Cada vez que paso frente a un espejo me siento un poco más preparada. Redefinir los espacios, las formas y hacer nuestras propias reglar forma parte de la rutina. 

Planificar | No hacer cualquiera
Que todo dependa de mí no quiere decir que pueda acostarme a las 5 am y despertarme a las 1 pm. Significa que tengo que optimizar mi tiempo para hacer que valga. Si dormí de más y no hice algo solo me perjudica a mí. Establecer no solo una rutina, sino una lista de tareas y tiempo para hacer cada cosa ayuda muchísimo. Si bien suelo levantarme a las 6 am, respondo mensajes a partir de las 9 y los fines de semana rara vez estoy disponible. Muchos usan Bullet Journal, Google Calendar, Notion, Trello y hasta Wunderlist, en ese sentido soy revintage y uso una agenda de Cangini Filippi. Ahí anoto tarea por tarea para no olvidarla -y porque se siente muy bien tildar cada cosa-. 

Evitar las Redes Sociales 
Se pierde mucho tiempo en el scroll infinito y siento que se pierde porque muy pocas cosas que veo me importan realmente. Trabajo con las Redes Sociales y, a menos que sea para actualizar, analizar o armar una estrategia de inversión no paso mucho tiempo. Últimamente no me sale porque estoy cometiendo el error de chusmear Twitter cuando me despierto -cosa que dejaba para los fines de semana-. El tiempo no se recupera así que para mí lo mejor es saber en qué lo gasto y si consumo contenido, por lo menos que entretenga, inspire o enseñe. Sí consumo muchos videos de YouTube de psicología, comunicación, marketing, emprendedorismo, bienestar y si hago pausa para Netflix miramos Mad Men con mi novio -de nuevo- o Gossip Girl sola -Queen B x100pre-.

Revisar y corregir
Cada tanto es importante mirar lo que uno hace, ver qué funciona, qué no tanto y qué se puede modificar. Supongo que puede ser normal estancarse en la rutina aún cuando la rutina no sea tan convencional, por eso me parece que una autoevaluación nunca viene mal. Antes me levantaba a las 8 hasta que empecé a las 5:45 y trabajé mejor. Antes lo primero que hacía era desayunar, ahora tomo agua con limón hasta que me da hambre de verdad como a las 11. Antes almorzaba súper pesado y después no servía, ahora intento no comer demasiado para pensar mejor. Antes no adelantaba trabajo el fin de semana y me abrumaba el lunes, ahora sí y es más ameno. Antes no dormía siesta nunca y ahora cuando estoy muy cansada, descanso. Así hasta en situaciones porque como dijo Mandela: "Yo nunca pierdo, gano o aprendo". 

Esto aprendí y esto me sirve pero si tienen más tips son súper bienvenidos porque siempre se puede mejorar. Si nosotros estamos en construcción -y deconstrucción- permanente, nuestros hábitos también y para siempre.

No hay comentarios

Copyright © Flor Nieto Blog. Blog Design by SkyandStars.co