Los Cheremeques hacen cumbia, cumbia patagónica. Tres canciones de su primer disco, que grabaron entre colchones de una pieza, suena en una película de Hollywood protagonizada por Will Smith. Cuando lo recuerdan se llenan de orgullo, pero después se olvidan. Se olvidan porque hay algo mucho más importante: la música. Son Cristian Puschel en voz y guitarra, Lucas Tuka Falcón en timbales, Topo Ruíz en conga, Andrés Tolosa en güiro y coros, Franco Cameletti en trombón, Santiago Kalim en trombón, El Vasco Uribarri en saxo, Lucas Cunningham en teclados, Gallego Villar en bajo y Francisco Martínez en trompeta y coros. En la parte técnica los acompaña Leonardo Campastro como operador de sonido. El jueves 26 de diciembre tocaron en Comodoro y nos recibieron en la previa.
El 26 festejan 10 años ¿Qué pasó en 10 años?
Cristian: Festejamos 10 años en la ciudad que nos vio nacer. Les podemos asegurar que en 10 años pasa lo inimaginable. Desde ser un grupo de amigos que disfruta la música hasta llegar a hacerla parte inseparable nuestras vidas y volverla nuestra profesión. Vivimos cambios de instrumentación y de instrumentistas, muchos viajes divinos y miles de anécdotas, dos discos y uno en camino, tres cambios de gobierno, Cheremeques que se fueron a vivir a otra ciudad, Cheremeques que se fueron a vivir a otro país...Y eso es lo que vamos a celebrar, todo el camino transcurrido y lo más importante: la música.
Fran: Cambiamos la forma de hacer las cosas, todos crecimos mucho. Entramos a los 19/20 y ahora ya estamos en los 30. Antes veíamos todo como para pasar un momento lindo y nos dimos cuenta de que también el arte y la música es una gran responsabilidad. Organizarnos, plantear objetivos, estudiar el instrumento, escuchar más música del género, no ser estructurados pero no tomarlo a la ligera porque al fin y al cabo es algo que nos apasiona, que amamos y tratar de hacerlo con altura. Cuando se presentan momentos lindos, como tocar para muchísima gente terminar contentos y no diciendo: “Uy podríamos haber hecho tal cosa…”. Eso es parte de la edad también, recorrido, experiencia, poder viajar, conocer los tiempos del estudio, cómo organizarse, cómo trabajar, manejar la ansiedad y son cosas que te trae el tiempo. Decir: “Bueno che, estamos haciendo esto, pongamosle onda”. Profesionalizar o por lo menos intentarlo, tomarlo como una cooperativa, que cada uno haga desde su lugar lo que tiene que hacer y un poquito más. Es difícil mantener una banda en el tiempo, tiene que haber una motivación. No externa, porque es una ilusión, tiene que ser interna. Tiene que ser primero entre nosotros. Personalmente admiro un montón las bandas que se mantienen en el tiempo porque es hasta una decisión política. Es difícil mantenerse como warrior en la música. Es re complejo. Muchos trabajamos de otras cosas, yo por ejemplo soy docente. No soltamos ni a palos el hecho de hacer un proyecto musical. Abrazamos eso porque es ideológico.
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