"Cerré los ojos en el avión que partía a Cuba y me juré matarme estudiando hasta lograr mi sueño" dijo. Y lo logró.
Su canción “Basta de problemas” ya cuenta con más de 60 mil reproducciones en YouTube. Compartió escenario -y hasta proyectos- con Silvio Rodríguez, La Franela, Bersuit Vergarabat, Rally Barrionuevo. Hace poco, tocó frente al presidente de la Nación, Alberto Fernández. Musicaliza el programa Mañanas Sylvestre de Radio 10, produce con Del Solar y gira por América Latina con Murumba, su banda. Nació en Comodoro, creció en el barrio Ceferino Namuncurá y hoy trabaja de productor y músico en Buenos Aires.
A muchos les pasa de chicos, a otros de grandes ¿Vos cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte a la música?
Desde chico. La primera vez que algo me llamó la atención fue la guitarra, cuando iba a la iglesia del barrio donde nací, el Ceferino. Iba a misa, a lo de mi abuela y después la típica juntada familiar de los domingos. Había unos chicos que tocaban guitarra en la iglesia y me maravillaba eso. Me maravilló cómo sonaba y ya después no pude despegarme nunca más. Toco desde los 8 años.
En una entrevista dijiste: "Cerré los ojos en el avión que partía a Cuba y me juré matarme estudiando hasta lograr mi sueño" ¿Qué pasaba en ese momento?
En ese momento yo vivía acá en Buenos Aires, trabajaba en relación de dependencia, y me echaron. Me echaban de todos los lugares que trabajaba en relación de dependencia. En ese momento mis viejos me dieron una ayuda, me dijeron que ellos se daban cuenta que lo único que yo nunca había dejado de hacer desde chiquito había sido tocar la guitarra. El resto: las dejaba, empezaba, las dejaba. Ellos se daban cuenta de eso, entonces me apoyaron, me ayudaron con un dinero y me dijeron: “Bueno, andate a estudiar”. Yo tenía ganas de irme a estudiar a Cuba en ese momento, porque había visto bandas cubanas que tenían una preparación técnica y una calidad de interpretación excelsa . Antes de salir en el avión de acá me juré por mí, por mi futuro, estudiar muchísimo, ya que tenía la posibilidad de sólo dedicarme a estudiar, me juré eso, matarme estudiando para lograr lo que soñaba, que un poco es lo que vivo hoy.
¿Cómo fue el cambio de Comodoro a Buenos Aires y después de Buenos Aires a Cuba? Porque son tres escenarios completamente distintos.
Sí, imaginate. Yo me crié en Comodoro y viví hasta los 18 años de una manera muy libre, conocía a todo el mundo y tenía el sueño de la música que me gustaba pero, por ahí en Comodoro capaz uno no tiene, o por ahí en ese momento había menos circulación de información. Yo tenía el sueño como otros amigos del momento de hacer música y vivir de la música, pero siempre estuvo eso de venir a Buenos Aires. El tema fue que cuando vine a Buenos Aires, en Comodoro no sé, si éramos 20 guitarristas, acá en Buenos Aires éramos 10.000. O sea que las posibilidades de concretar algún objetivo artístico acá se hace bastante más extenso. Te dicen: “¿Vos sos guitarrista? Bueno, ponete en la fila” y 700 adelante tuyo'. Entonces eso quizás también hace que si uno quiere cumplir su objetivo de llegar a trabajar en instancias más profesionales tiene que esmerarse muchísimo.
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