Diario de Cuarentena I


Empecé a trabajar fuera de casa después de dos años y a los dos días nos mandaron a trabajar a casa. Siempre dije que amaba trabajar desde casa y casi que era mi hobby pero las cosas cambiaron el 22 de febrero. El 22 de febrero Coco falleció de muerte súbita y todo me costó muchísimo. Coco es, es porque siempre va a ser, el primer miembro de nuestra pequeña familia. La primera semana fue insoportable, después lo aceptamos de a ratos. Nos consuela saber que lo cuidamos más que a nosotros mismos pero nos duele que haya sido por tan poco tiempo. Casi tres años. Más que llorar por él, porque no sufrió ni se enfermó ni agonizó, lloramos por nosotros, porque nada iba a ser igual. Nada es igual. 
Me hice un tattoo con su nombre y llené la casa con sus fotos, algunas casi que se pueden sentir. 
No me quiero poner triste, sólo quería contarlo.
Aislamiento preventivo. Vivimos en un barrio nuevo sin almacenes ni supermercados así que nunca existió ir al quiosco a comprar queso rallado. No salimos por una semana hasta que nos cansamos de los fideos, el arroz y las latas y fuimos a la verdulería. Me bajé yo. Atendían de a uno y fui lo más rápida que pude comprando lo más necesario y versátil para no salir por lo menos semana y media más. Cocino mucho, me las arreglo con cualquier cosa y nunca sigo recetas. A veces se me va un poco la mano con la sal nada más. Estoy segura que heredé todo de mi abuelo. Aprendí a hacer medialunas parecidas a la de mi mamá, locro parecido al de mi abuela de La Rioja, lemon pie, guiso de lentejas, muchas tartas con masa casera para la cena, rapiditas para los tacos y no sé qué más. 
Dos semanas después pude volver a mi rutina. Levantarme a las 6:00, hacer ejercicio, meditación, después del 22 de febrero dejé de hacer idioma y de escribir en el diario de los 5 minutos de pura tristeza. El 8 de abril quise volver a escribir. Estoy terminando de a poco mi segundo libro. 
Estoy contenta con mis trabajos. Tengo la oportunidad de contribuir con mi ciudad, escribir, emprender y potenciar emprendimientos. Aprendo mucho y todos los días. 
El jueves 26 de marzo adoptamos a un bebé y le pusimos Mimo después de deliberar durante días más o menos. También -y por vivir lejos-, tenemos un bolsón de comida para perros y todos los días dejamos un poco afuera. Nunca queda. Más allá de nosotros están los perritos y si podemos -si podemos porque está complicado- no viene mal. Mimo era muy chiquitito y había que prepararle el alimento mojado varias veces al día -no se puede dejarlo listo porque fermenta y hace mal- 
La primera semana estuve re preocupada. Todavía. No es para menos. De a poco recordé y apliqué lo que siempre dicen mis papás: "No hay que preocuparse, hay que ocuparse" y empecé a trabajar, pensar, crear estrategias y generar contenido. Lo que uno puede hacer desde donde puede.  
Hace mucho no blogueaba como antes. 
Queda quedarse en casa. No nos piden más que eso. En algún lugar leí que hay que ir un día a la vez. A lo mejor uno no tiene muchas ganas de hacer ejercicio, hacer budín, ordenar el placard, leer y a veces ni siquiera vestirse. Muchos dicen que romantizar la cuarentena es un privilegio de clase y tienen razón. Por supuesto que quiero que todos estemos lo mejor que podamos en esta situación pero también siento que debemos respeto. 
No es un concurso de productividad, claro que no es un concurso de productividad. Si los días pasan y pueden ser todos iguales o más o menos parecidos. Si todos los días pasan y pueden ser todos más o menos parecidos ¿Qué se puede hacer? 18 kilómetros en bici fija si el cuerpo lo permite, aprender a cocinar algo nuevo, leer , hacer un curso. Está bien descansar. Está re bien quedarse un día en la cama, pero a la mañana siguiente hay que levantarse. Pase lo que pase siempre hay que levantarse.

No hay comentarios

Copyright © Flor Nieto Blog. Blog Design by SkyandStars.co